Tras la alegría y la tristeza, llegó la rabia, el enfado y una semana después el miedo...
Ambas son emociones que todos sentimos alguna vez, pero que no nos gustan lo más mínimo y por eso, hablamos sobre la importancia de saber tranquilizarnos, de volver a la calma y ponernos todos de color verde.
Para ello hicimos varias cosas.
Por un lado, el rincón de la calma con recursos sensoriales
Por otro lado, la caja de la respiración
Y por último, el bote de la calma que podéis ver posado en la mesa en la parte inferior izquierda
Con todos estos recursos, ya sabemos identificar y controlar un poquito mejor nuestras emociones.
Queda pendiente enseñaros foto de los armarios con todos los monstruos y de nuestras ventanas con todos los botes que hemos ido haciendo.
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