TRISTEZA

Esta semana, el monstruo se ha plantado en nuestra clase con su corazón de color azul y, con ayuda de su cuento, hemos descubierto que se encontraba triste.

Después de darle muchas vueltas hemos llegado a la conclusión de que debía estar triste porque llevaba lloviendo muchos días, aunque no lo tenemos del todo claro.

Ahora que sabemos qué emoción es el color azul, hemos vuelto a ayudar a su pequeño amigo, desenredándolo, con cuidado y guardando la emoción en su bote correspondiente. Ya sabéis, ordenadas funcionan mejor.


De nuevo las familias han colaborado para llenar de color azul nuestra mesa de las emociones y, con todas esas cosas hemos elaborado el bote gigante.


Pero claro, la tristeza no es como la alegría, está muy bien identificarla, saber que estamos tristes pero... cuando eso pasa ¿qué hacemos?. La tristeza es una emoción válida, como cualquier otra, pero es negativa, no nos gusta sentirnos así. Es por ello por lo que he puesto en manos de los pequeños herramientas para poder cambiar de color.


¿Recordáis que el cuento dice que la alegría es contagiosa? Pues sí, lo hemos comprobado, una carcajada provoca que una sonrisa se esboce en la boca de todos y cada uno de los niños, sí, de TODOS.
Por ello, como a veces no encontramos quién nos contagie esa alegría, hemos elaborado la caja de las sonrisas, para coger una siempre que la necesitemos.



Pero además, ¿a quién no le gusta un abrazo? a veces es justo lo que necesitamos. Hay muchos tipos de abrazos, así que de nuevo, abriendo la caja, podemos elegir cuál queremos en ese mismo momento.



Y ahora que sabemos identificar la tristeza y ponerle remedio, veremos con qué nos sorprende el monstruo el lunes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario